Padre Fernando Ballesteros, agradeció a la comunidad Charaleña

El Padre Fernando Ballesteros, quien hasta el pasado 30 de junio se desempeñó como Vicario Parroquial de Charalá un poco más de dos años en el inicio de su sacerdocio ministerial, agradeció en la eucaristía del pasado lunes 1 de julio a toda feligresía por su acogida y el trabajo realizado en Charalá y les invitó a orar por la nueva tarea, ahora como vicario parroquial de la Catedral en San Gil.

A la vez, el padre Fernando invitó a seguir orando y apoyando a los sacerdotes de su parroquia y a recibir ahora como nuevo vicario parroquial de esta comunidad al padre Juan de Jesús Estévez Velandia, quien vivió parte de su diaconado en esta parroquia desde hace 6 meses y quien el pasado 20 de Junio recibió el orden presbiteral en su pueblo natal Mogotes.

 

El Padre Fernando agradeció con unas sentidas palabras a toda la comunidad de Charalá, por medio de estas palabras escritas por su mismo puño y letra.

 

Agradecimientos y despedida

Junio 30 de 2019

Queridos hijos, hermanos y amigos de Charalá, me llegó la hora de seguir caminando de la mano del Señor en una nueva misión que Él me confía.

 

En estos días recordé que este es otro capítulo de una historia que inicio 15 años atrás, cuando le dije a Dios: has lo que quieras conmigo Señor. Ese mismo día, Él me tomó de la mano para caminar juntos según su plan para mí, años después me trajo hasta aquí para moldear mi corazón de pastor en esta comunidad y ahora me lleva a servir como sacerdote en otro lugar.

 

Con estos sentimientos, quisiera resumir mi mensaje para ustedes en tres palabras, para no perder la costumbre de mis predicaciones:

Gracias, perdón y oración.

Gracias a todos por su cariño de siempre y por el aprecio expresado en estos días incluso con lágrimas. Gracias también por su testimonio y ayuda en estos dos años y medio de ministerio sacerdotal que viví en Charalá.

Perdón por mis desaciertos y mis equivocaciones. Espero, ustedes sepan comprender mi imperfección humana y mis limitaciones.

Oración y aprecio es lo único que les ofrezco y les pido. Los tendré siempre en mi corazón y en mis oraciones. Confío en que ustedes también lo hagan conmigo.

 

Finalmente, les pido que sean colaboradores cercanos de los sacerdotes que seguirán trabajando por ustedes y no los dejen solos. Perseveren con Jesús y María en el servicio a esta comunidad parroquial, tan amada por ustedes y también por mí.

 

¡Dios los bendiga y pórtense bien!

 

Cordialmente,

Padre Fernando

Ballesteros Chaparro